EL CASO DE LA DESAPARICIÓN Y ADOPCIÓN ILEGAL DE "FRANCISCO GUAYASAMIN"

MI CASO

LA ADOPCIÓN , UN NEGOCIO TAMBIÉN PARA LOS ADOPTANTES

MI PROPIA EXPERIENCIA.

Hasta cuando tuve cinco años viví en el Hogar de Transito en de las Madres del Buen Pastor ubicado en La Moya, Sector del Valle de los Chillos.

Una tarde fui raptado siendo cómplice el chofer de la comunidad , me llevaron engañado hacia Quito, donde en una casa un abogado me entregaría a los que pasarían a ser mis nuevos padres. Alfredo Guayasamín Cevallos y Gulnara Lourdes Oliva Báez, ambos de 30 años en ese entonces.

Luego de experimentar un gran susto y dar varios gritos de angustia, ellos me adormecieron. Al siguiente día desperté en su casa. Ellos me explicaron que eran mis nuevos padres. Al reclamarles que yo quería volver donde las religiosas, me dijeron que ellas no me querían tener allí y que mi madre me había abandonado. Como era pequeño , ingenuamente me lo creí, porque me decían que si yo volvía donde las religiosas, ellas me abandonarían en la calle. Un día en que les rogué que me regresaran al convento. Alfredo Guayasamín me llevó hacia el sector de la Plaza Grande y me enseñó a los niños lustra botas. Me dijo fríamente - Que yo debería estar así, que los niños sin padre viven limpiando zapatos y que las religiosas nos abandonan de esa manera. - Lamentablemente me creí aquella mentira, aunque siempre añoré regresar al convento.

Contrataron a un joven para que me vigile durante varios días que permanecí encerrado en aquel lugar. Desde ese entonces toda mi vida cambio, de una vida apacible a la que tenia con las religiosas, esta se volvió un tormento que duró por varios años. Para empezar, la bienvenida a esa casa fue el experimentar el primer abuso sexual por parte de quien me cuidaba.

Con un padre totalmente machista y alcohólico , una madre sumida a lo que él dijera y un régimen al cual ellos llamaban "educación" en el cual yo no podía opinar, hablar ni siquiera defenderme, ellos fueron moldeando en mí a un ser sumiso, ciegamente obediente y sin derecho a la protesta. Maltratos verbales y sicólogos continuos fueron parte de mi nueva vida.

El primer entrenamiento que recibí por parte de ellos fue el aprender que "ser un hijo adoptivo es algo malo" , por lo tanto no debía de decírselo a nadie. El segundo adiestramiento fue el aprender a ser obediente para ser el empleado doméstico de ellos. Es decir , ellos habían conseguido un menor de edad que les arreglara la casa, hiciera los mandados, y los ayudará en lo que pudiere. A cambio de eso aducían que me daban educación, vestuario, alimentación y que yo debía de estar muy agradecido con ellos, ya que sin ellos yo no era "nadie".

El alcoholismo de Alfredo Guayasamin fue avanzando, y él nunca demostró afecto hacia mí. Su esposa se volvió mi protectora y la mujer que ganó toda mi confianza. Algunos miembros de sus familias no estaban acostumbrados a tener hijos extraños en su entorno. Ellos habían dicho a sus familiares y ciertos conocidos íntimos que yo había sido recogido de la calle, que mi padre era un ladrón y mi madre un prostituta y además una mujer de color. De esa manera , ellos pasaron a ser mis salvadores ante el resto. Eran los seres caritativos y de buen corazón que me acogieron en sus brazos, debido a que él no podía tener hijos y tal como lo exige la sociedad, ellos deseaban conformar una familia completa.

Humillaciones por parte de primas mías por parte de la familia materna, el rechazo del hermano de mi padre y ciertos familiares de él , fueron parte de este proceso donde impera la ignorancia de las personas con respecto al tema de la adopción, aunque se compensó con la aceptación de algunos de sus familiares, aunque la tónica fue que yo como "hijo adoptivo" no tenía el mismo derecho que el resto. Económicamente llegue a tener un poco más o más que el resto de mis familiares, esto acrecentó la bronca y la envidia de aquellos que creían que por el hecho de ser hijos propios debían de tener más que mi, es decir, que desde pequeño conocí lo que es vivir con la envidia a mi alrededor.

Cuando tenía nueve años de edad, Alfredo Guayasamin  se divorció de Gulnara Lourdes Oliva debido su alcoholismo y las intensas discusiones que tenían casi siempre. Pasamos a vivir en casa de la tía de Gulnara, su nombre es Rosa Acosta. Una mujer sumamente dura, de poca cultura, que tenía en su mente varios prejuicios tontos. Su presunción se basaba en que era una mujer blanca y por ese hecho se creía superior al resto. Por supuesto, ella no aceptaba a los hijos adoptivos. Como vivíamos de arrimados en esa casa, pase hacer el empleado de ella teniendo que soportar constantes maltratos y humillaciones ante el silencio abrumador y la aceptación Gulnara.

Después de un año los mis padres adoptivos volvieron a contraer matrimonio y volvimos a vivir juntos. Lastimosamente Alfredo Guayasamin se dejó ganar por su alcoholismo y su tonto machismo. Nunca acepto que el alcoholismo era su enfermedad y presumía bobamente que él el beber era de machos , ocultando de esta manera su poca hombría porque fue un hombre que jamás quiso enfrentar sus responsabilidades. A la edad de 36 años se le diagnóstico cáncer y murió cuando yo tenía 11 años.

Desde ese momento las relaciones con Gulnara Lourdes Oliva, cambiaron totalmente. De mujer sumisa y protectora, paso a ser una ejecutiva profesional, amante del dinero y mi más contumaz enemiga. Gulnara  Lourdes Oliva era una mujer con doble personalidad. Ante el resto era la mujer buena, caritativa, de sólidos principios morales, católica de domingos y que demostraba ante el resto el amor desinteresado hacia mi aduciendo que yo era lo principal en su vida. En casa y a escondidas de quienes la admiraban, era una mujer sumamente manipuladora, hiriente con sus palabras, que me pasaba factura por todos mis gastos, que me odiaba, que se alababa diciendo que yo no haría nada sin ella, fría, sumamente calculadora, una mujer que incluso se entristeció al enterarse que me intento de suicidio falló. Una mujer que por dinero no le importa pisar a cualquiera, ni el dolor que cause.

Parecía que en ella se escondían varios traumas, sobre todo el hecho de haber tenido una infancia y adolescencia con carencias económicas. Estaba convencida de que el dinero le haría una mujer de éxito , una mujer aceptable ante el resto, incluso ese resentimiento lo enfocaba en contra mía aduciendo que yo como hijo adoptivo, tenía económicamente más de lo que ella tuvo. En realidad, era una mujer inconsciente y totalmente irresponsable en cuanto al acto de ser madre peor en el acto de adoptar.

Aunque creo que viví algunos momentos de paz y alegría con ella, después me di cuenta que realmente más fueron momentos de infierno, donde soporte los más grandes atropellos por parte de ella y toda su familia. Pero ante el resto yo era el envidiado. Muchos querrían estar en mi misma situación. El teatro era tan bueno que mi familia paterna se llegó a convencer lo buena madre era Gulnara Lourdes  Oliva.

Después de que cumplí los 18 años las cosas se volvieron peor. La relación se volvió insoportable que tan solo apliqué a profesiones militares con tal de estar lejos de ella. Cuando tuve 22 años, ella unida con sus hermanas, intentaron por todos los medios tratar de desacreditar mi imagen ante el resto. Acusaciones iban y venían. Desde acusaciones estúpidas hasta otras muy bien elaboradas. Desde que era ladrón hasta que ganaba mi dinero vendiendo drogas.

Varias veces trataron de volverme loco inclusive se valieron de brujería para ver si me hacían daño. Llegue a encontrar un ataúd pequeño con un dedo de muerto y un mechón de mi pelo amarrado con una cinta al dedo. Frascos con eses fecales con aceite y sal tanto debajo de mi cama como detrás de las puertas. Llegue un día amanecer con mis piernas totalmente depiladas. Aprovechando un sueño intenso que posiblemente fue inducido, me depilaron las piernas, en las sábanas se podía notar claramente que los cortes fueron hechos con tijeras ya que había pedazos de bello esparcidos en la cama. Es decir la maldad había llegado a su máxima expresión.

No pudieron demostrar absolutamente nada de lo que me acusaron, pero inventarion que yo tenia un amante varon. Gulnara me dijo que recibió una llamada de la madre de mi amante, me dio los nombres de ellos, sus datos, donde trabajaban y me convenció que había hablado con ella, pero realmente yo no tenía nada con su hijo. Asumiendo el papel de buena madre trató de convencerme que asistiera a un tratamiento sicólogo pagado por ella.

Gracias a la ayuda de una empleada doméstica de la casa, me enteré que sus objetivos ante el sicólogo no eran buenos. La empleada escuchó una conversación en las cuales Gulnara Lourdes Oliva junto con su hermana Alejandra Dávila habían estado planeando que él sicólogo me declarase como un "enfermo mental".

Debido a que me negué a ir al sicólogo, ella me dio dos alternativas, o me quedaba en casa y hacia todo lo que ella dijere o me salía de la misma. El discurso para que me fuera, y que nunca me olvidaré fue el siguiente: - Tú ya tienes mayoría de edad y recuerda que eres un hijo adoptivo. Tu no eres mi hijo, no eres de mi sangre y yo tengo que ver por aquellos que tienen mi misma sangre. De acuerdo a las leyes ecuatorianas yo solo tenía la obligación de ayudarte hasta los 18 años. Tu ya tienes 22, por lo tanto te has excedido 4 años y has abusado de mi caridad. Lo que yo hice contigo fue "una obra de caridad"

Al siguiente día pase a vivir en una casa de estudiantes. Al poco tiempo de mi salida, toda su familia estaba viviendo con ella. Tanto en un departamento que existía en la parte posterior como en la casa delantera.

Al poco tiempo de yo estar fuera de casa, un hermano de Alfredo Guayasamin falleció. Ella me llamó para que volviera a la casa y fingiera que estabamos juntos. Fuimos al funeral fingiendo ser la familia perfecta, si yo no seguía el juego, ella avisaría al resto que yo era homosexual..

A los cuatro meses de estar fuera de casa, la hermana de Alfredo Guayasamin vino a visitarnos e invitarnos a un club que solíamos ir. Otra vez, Gulnara me llamó para que sigamos fingiendo que vivíamos juntos y éramos el hijo y la madre ideal. En aquel día yo conté a mis familiares paternos la verdad. Gulnara no pudo cumplir con la amenaza de avisar que yo era homosexual, porque yo también había descubierto una debilidad de ella por un hombre casado y que no estaba justo en los parámetros que ella exigía en mis amistades.

Esa misma noche tuve una reunión con la familia de mi padre adoptivo y me enteré que yo no era hijo adoptivo. Dos meses antes que Alfredo fallezca,, ellos me reconocieron como su hijo propio y pase ha ser heredero universal de Alfredo Guayasamin. La casa de la cual me habían expulsado me pertenecía en un cincuenta por ciento, pero adicionalmente Gulnara Lourdes  Oliva había recibido una herencia que me correspondía por parte de mi abuelo. Cuando yo tenía 12 años, ella había nombrado un tutor, persona a la cual nunca conocí y obligó a que la familia Guayasamin vendiera una imprenta que ellos tenían exigiéndoles que le entreguen el dinero de la venta aduciendo que necesita de ese dinero para sufragar los gastos de mi educación que según ella eran caros.

En pocas palabras, mientras ella me había humillado por todos los gastos que sufragaba por mi causa, la realidad fue que ella pago mis gastos con mi propio dinero, y además ese dinero le sirvió para pagar la hipoteca de la casa y para gastos sus gastos. Es decir, que si yo no existía, la que en realidad quedaba en la calle , era ella. Como conclusión, si no fuera por mi existencia, La Señora Gulnara Lourdes Oliva  y su familia, actualmente no hubieran tenido   donde vivir.

Luego descubrí que la Señora Gulnara Oliva Báez elaboró un documento notariado en el cual yo, a la edad de 18 años le cedo el 50 % de mi herencia sin ningún derecho a reclamo y que recibo una cantidad de dinero por el mismo. Lo impactante de este documento es que contenía mi firma, pero esta no fue firmada con mi puño y letra, fue una firma falsificada. Peritos en grafología descubrieron que ella mismo fue la autora.

No pude hacer la demanda formal debido a que todo fue muy bien planeado por parte de ella y su familia. Gulnara Lourdes Oliva espero que pasen 5 años para hacer lo posible por sacarme de casa. Su propósito fue de que si yo descubriese el ilícito a ella no le pasaría absolutamente nada ya que después de cinco años toda acción legal contra firmas falsificadas prescribe y a esto se añadía el impedimento de que como hijo propio no podía demandar contra mi propia madre según las leyes ecuatorianas.

Al hacer el reclamo por medio de un abogado, Gulnara Lourdes Oliva compró al mío , incitándole a que este actúe en contra mía. Acto que luego ante las evidencias fue corroborado por el mismo abogado.

Al reclamarle este hecho personalmente, ella con un cinismo cruel respondió - Has las demandas que tú quieras en contra mía, a la final yo soy la que tengo el dinero y con él puedo destruirte.

El Juicio que se planteaba contra Gulnara Lourdes Oliva Báez debía haber sido por los siguientes cargos : rapto de menores, falsificación de documentos de adopción, falsificación de firma en cesión de derechos, maltrato físico y sicológico, acusaciones incomprobadas, perjuicio moral contra terceros , etc, etc, etc. Incluso el fallecido Alfredo Guayasamín sería acusado de robo premeditado a un Banco.

Según investigaciones mías, Alfredo Guayasamín pago la cantidad de 10.000 sucres en el año de 1969 a la Madre Raquel Villaquiran, ( actualmente serían unos $ 8.000 dólares américanos ) trabajadora social en ese entonces de las Madres del Buen Pastor, para que ella facilite mi rapto, siendo esta misma religiosa la que lo busco a él para entregarme, sin ni siquiera investigar sus antecedentes.

Faltando pocos tiempo para mi rapto, coincidencialmente a Alfredo Guayasamin se le robaron 10.000 sucres del Banco La Previsora, lugar donde él trabajaba como cajero .El dijo a sus superiores que mientras se fue hacia la bóveda del Banco , un ladrón le había robado ese dinero de su puesto de trabajo. Luego todos los empleados del banco hicieron una colecta y le ayudaron a reunir ese dinero para devolverlo al banco. A las dos semanas yo era secuestrado.

Una vez que supe todo esto, recibí amenazas de muerte por parte de sus conocidos de Gulnara Lourdes  Oliva, ladrones enviados entraron a la casa donde yo vivía y buscaron por todo lado tratando de descubrir si yo tenia más información, trataron de ponerme droga en mi maletín, y llamaron a mis trabajos para informarles que yo era homosexual. En base a todos estos antecedentes, desistí de seguir con el juicio porque no quería que ella vaya presa, pero lamentablemente ellos interpretaron esta acción como debilidad, y los ataques continuaron.

Después de siete años le tendí una trampa y me enteré por medio de su misma boca mismo que ella inventó con su familia el hecho de que había hablado con la madre de mi supuesto amante. Todo fue una trama elaborada por ellos mismos, en base a detectives que me pusieron para averiguar los nombres de estas personas y hacerme creer que habían hablado con ellos. La mejor manera de lograr poner a todos en contra de uno es decir que uno es "homosexual" y si se inventan casos como el que a mí me lo hicieron creer, todo se vuelve en contra de uno.Es decir, una persona puede ser ladrona, estafadora, falsificadora de firmas, mentirosa, abusiva , cínica, pero eso sí, ante el resto esta persona queda en muy buen estado y el que sale mal parado es aquel que fue acusado de homosexual.También me entere que en sus planes estaba el declararme como enfermo mental por medio de un sicólogo que ellos ya tenían contratado. De esa manera , ante el hecho que descubrí la falsificación de mi firma, ellos aducirían que yo si firme, pero que tengo problemas con mi cerebro y que no me acuerdo. En pocas palabras que " estaba loco"

A los 28 años encontré a mi madre biológica, la cual nunca me dio en adopción. Hay que recalcar el hecho de que en estos actos también intervienen como cómplices las religiosas que con el silencio obligado impuesto por parte su superioras y la obediencia ciega que les deben, se vuelven en cómplices directas de este tipo de actos inaceptables en una moral cristiana.

Según datos proporcionados por ciertas religiosas y hasta la misma Gulnara Lourdes Oliva, sabía quien era mi propio padre y que había muerto cuando yo tuve 15 años. Por el mismo hecho de saber que mi padre no se hizo responsable de darme su apellido y se acobardo en reconocerme, no puse empeñó en tratar de conocer a su familia. Cuando tuve 26 años y por una coincidencia , conocí a su prima. El hecho llegó al conocimiento de mis tíos, los cuales a escondidas mío y de mi abuelo acudieron a donde Madre Magdalena Rueda y a cambio de su silencio le regalaron un automóvil. Hecho que fue corroborado por una religiosa que vivía con ella, la ama de llave, y también por mi persona , ya que en una visita inesperada, descubrí aquel carro en la comunidad que justamente pertenecía a la empresa de la cual mis supuestos tíos eran dueños. Creo que lo más doloroso en estos casos es descubrir es que yo me volví en un buen negocio para este tipo de aparentemente buenas personas que incluso uno les llega a amar y respetar creyendo que son seres de conducta intachable y de suma confianza.

Madre Magdalena Rueda, quien me afirmó que conocía a mi padre y que él proveía los autos para la comunidad, que me confirmo el nombre de mis hermanos y también me dijo que mi abuelo había sido padrino de vocación tanto de ella como de su hermano. Pues de la noche a la mañana cambio de parecer y me dijo que todo esto era una confusión de ella debido a que recibio como pago por su silencio un auto por parte de mis supuestos tios.

Ha pesar de querer solucionar por buenas maneras este asunto y tratando que Gulnara Lourdes Oliva esclarezca toda la verdad, pedí conversar con ella, pero al verse descubierta y sobre todo porque publique un libro sobre este hecho, ella decidió huir a Estados Unidos sin arreglar todo lo que estaba pendiente.

El hecho de que relate mi experiencia es para que usted si es hijo adoptivo busque a sus padres propios. Si usted es un padre adoptivo, por favor , este consciente de que esta siendo responsable y administrador de una vida que Dios ha puesto en sus manos. Tenga claro que la adopción no es una obra de caridad. Que si no esta consciente que un hijo adoptivo es como un hijo propio suyo, le aconsejo que mejor no adopte. Se haría un gran favor a usted mismo y sobre todo al infante que piensa adoptar. Incluso si este hijo adoptivo, no cumple con sus expectativas, pues usted tiene que seguir asumiendo su responsabilidad.

Lastimosamente debido al gran grado de corrupción de la justicia ecuatoriana, estos casos se pueden reclamar por vías legales, pero para eso hay que tener mucho dinero, pero a pesar de todo uno se enfrenta a una gran mafía que se encubre totalmente que empieza por las mismas religiosas que no dan información correcta o mienten, los abogados, la policía, las trabajadoras sociales y el mismo sistema judicial. Debido a que incluso la gente confía en la Iglesía Católica, aquí la gente teme reclamar por medios legales contra cualquier miembro de esta institución aduciendo que ellos tienen todas las de ganar.

Por mi parte la vida me ha bendecido de buena manera . No necesito reclamar dinero, ni la casa, no deseo nada de aquel simulacro de familia. Pero estoy consciente de que estos actos no deben quedar en la impunidad, ni en el olvido. Este tipo de gente abusa por el hecho de que no ha existido nadie que reclame ante su desfachatez, se ríen y hasta festejan este tipo de atropellos.

Actualmente me dedicó con mucho fervor al activismo gay sin cobrar ningún centavo, he escrito el libro BIENVENIDO AL MUNDO DE LAS APARIENCIAS  que es totalmente gratuito y relato estos hechos, he ayudado a hijos adoptivos gay que han sido expulsados de sus casas y también ayudo a hijos adoptivos que buscan a sus madres o viceversa tanto en Ecuador como en Suecia.

Si usted esta consciente de que reclamando logramos que estos actos no queden en la impunidad y que de esta manera lograremos que en un futuro las adopciones sean realizadas con la mayor legalidad posible, por favor llame o escriba a la siguiente dirección, para que ellos se den cuenta, que no hay nada que tarde o temprano no salga a la luz. De esta manera si existen otras personas que piensen seguir haciendo de la adopción un negocio lucrativo a costa del sufrimiento de otros, pues lo mediten varias veces, porque ahora si existimos varia gente y en varias partes del mundo que no les tenemos miedo.

Gracias por tomarse parte de su tiempo y leer este testimonio.

Francisco Guayasamin